¿Y si...
...pido prestada una carpa, me planto en el medio de la avenida 44 y hago dedo hasta Mar Chiquita para instalarme en sus costas off-season y vender collares hechos de caracolitos y pareos pintados a mano?
...me rapo el pelo a cero, transformo mi mejor juego de sábanas en una toga y me autoproclamo sucesora del Dalai Lama?
...voy a Súpercorte y le pido al primer pibe con cara de peluquero-recién-recibido que encuentre que convierta mi oscura cabellera lacia en una puntiaguda cresta color azul eléctrico y me postulo como lead singer de una banda punk que lleve un nombre tal como "La perra de tu madre abusó de mi loro"?
...me mudo un año a la cima del Monte Chingolo Gómez y aprovecho mi contacto con la naturaleza para escribir un apasionante libro sobre la relación del cuis y las fases lunares?
...me recluyo en una cabaña en medio de las sierras cordobesas y me gano la vida vendiendo pan casero, dulce de cayota y tortas artesanales a desorientados turistas noruegos que no pueden pronunciar la palabra "cayota"?
2 comentarios:
En las sierras tenés la changuita de ver pasar los ovnis por la noche.
En ese caso, tenés doble negocio.
Con eso me terminé de convencer. Ya mismo armo el bolsete.
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