Oops!
"¿Cómo?", me preguntó mi ocasional compañero de viaje en el colectivo.
"¿Mh?", respondí - sin comprender.
"Digo... me hablaste, ¿no?"
...
.
Oops. Ahí me di cuenta: estaba pensando en voz alta (y, por supuesto, cualquier persona a centímetros de distancia podía escucharlo). Me dio un poco de vergüenza, de modo que preferí optar por una excusa para evitar que la persona a mi lado pensara que estoy demente. Entonces, respondí:
"Ah... ehm... no... nada... estaba... ehm... ¡cantando!"
¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?
Ahí me di cuenta de algo: No estoy nada bien.
BTW, volvió X... (y ojo que yo había tirado el papelito del alfajor, eh) ¡¡¡BUAAAAAAHHHHH!!!