sábado, 7 de abril de 2007

Puedo...

...poner la música bien alta y bailar en patas frente al espejo mientras prendo y apago la luz rápidamente para darle un toque disco.

...retomar el libro que dejé "en veremos" y, luego, inspirarme y escribir la novela de mi vida o una serie de cuentos sobre extraterrestres y gnomos.

...llamar a una amiga en estado de desesperado aburrimiento y rogarle hacer algo, ahogar las penas en cerveza con el pretexto de "que él no está" o "que él siempre está" o "que me deprimen las Pascuas" o "estoy embolada" o...

...aprovechar para ordenar un poco el caos que inunda casi todo lo que me rodea mientras escucho Los Redondos y uso la escoba como micrófono.

...mandar un mail insultando a aquel que me dejó con la espina o uno de "te extraño" o una cadena que diga que no me manden más cadenas.

...hacerme una panzada con todo aquello que encuentre y sea comestible mientras miro una película vieja en el cable.

...ponerme melancólica mirando fotos viejas, leyendo cartas antiguas, escuchando lentos de los años ochenta y llorar a moco tendido.

...conectarme a un chat público y lidiar con preguntas tales como "¿Nombre? ¿Edad? ¿Medidas?" y recibir catorce propuestas indecentes en diez segundos.

...aceptar "esa" invitación.

Pero mejor, hoy no.

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