sábado, 14 de abril de 2007

¿Un blo--lo qué?

Cuando uno/a considera la idea de convertirse en blogger, hay ciertas preguntas que no fallan; a saber:

1. ¿Qué vas a hacer???? ¿Un qué? ¿Un block?
2. ¿Para qué sirve eso?
3. ¿Y qué escribís?
4. ¿Tenés que pagar para tener ese coso?


Cuando ya lo iniciaste y empiezan a llegar los primeros visitantes, siempre hay alguno que pregunta:

5. ¿Y eso por qué/quién lo escribiste?
6. ¿Y lo hiciste vos sola?
7. ¿Estás ganando plata con esto?


También, siempre hay algún que otro entusiasta que quiere participar (cosa que se agradece) y comenta. Pero ¡ojo! que algunos encuentran en ello, todo un desafío...

8. ¿Cómo veo lo que dijeron los otros (léase "comentarios")?
9. ¿Cómo hago para comentar?
10. ¿Puedo poner lo que quiero?


Algunas de estas preguntas son simpáticas. Otras, un tanto molestas. Para evitarme la tarea de contestarlas personalmente, he aquí mis respuestas:

1. bloG con G de GATO.
2. Buscalo en Internet, que pa' algo está.
3. Leelo y fijate.
4. No.
5. Qué te importa.
6. Sí (con la ayuda de Blogger, por supuesto).
7. Nah (si me pagaran por esto, sería cuasi inmoral... je)
8. ¿Ves donde dice "comentarios"? Bueno, andá ahí. Ah, ¿no lo ves? Bueno, buscalo.
9. Ídem número 8.
10. ¿Me ves cara de censora?

Para sumar otro ejemplo del desconcierto que genera la frase "Che, sabés que tengo un blog", haga clic aquí (y de paso, dese una vuelta por el blog amigo de Cronopio).


Por el bien de mi paciencia y con el fin de no fomentar la confusión, ya no digo que tengo un blog. Y afortunado aquel que lo encuentre.

4 comentarios:

Rocío Ricci dijo...

Ha visto? Por eso yo no le cuento a nadie.

Violeta Lapislazuli dijo...

Y hace muy bien. Así es la dura vida del blogger incomprendido.

betty dijo...

Al fin me comprenden!!Te extrañabamos profe.

Violeta Lapislazuli dijo...

My dear Cronopio: Te mando una gran sonrisa y te recuerdo que soy como el sol: aunque no la vean, Violeta siempre está ;)