jueves, 5 de abril de 2007

La venganza será...


Luego del rechazo de mi saludo por parte de un desconsiderado colectivero, ayer subí al micro y me alegré al ver cómo el chofer que lo conducía me saludaba con una amplia sonrisa: "Buenas tardes". Devolví la sonrisa y el saludo y una vez sacado el boleto, mentalmente, lo nombré "Mi colectivero amigo".



Me parece que, ni bien entre en confianza, empiezo a saludarlo con un beso en la mejilla, le busco charla y le hablo sobre su asqueroso colega (que trabaja en la misma línea que él). Una vez que lo ubique, le pido que le retire el saludo para vengarme. Aunque sea por un día... soy rencorosa, pero no tanto.

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