domingo, 1 de abril de 2007

El que miraba como yo miraba la pared

Hace unos años ya, recibí una declaración de amor vía e-mail... fue una declaración totalmente inesperada y extraña.
La conservo desde entonces debido a la rara elección de sus palabras. Recuerdo dos fragmentos, en particular, que me siguen confundiendo hasta el día de hoy:
"Seguís dándome vueltas, mosca maldita" (¿Debería haberme sentido insultada o halagada?)
En otro párrafo, me describe como "esa persona que me trata irónicamente con desprecio" (¿Debería haberme sentido conmovida o como una turra?)
En fin, los años pasaron, y la declaración de amor cibernética quedó como una anécdota de la cual nos reímos los dos. Pero, al releerla, me siguen quedando las mismas dudas...
Este Jaime, sí que es original.

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