Cómo detectar a un Blogadicto

Los blogs son un espacio de libertad. En ellos, el autor puede expresar sus ideas no sólo mediante la escritura, sino también a través de otros recursos tales como el posteo de imágenes, videos, sonidos, etc. El bloggero se siente totalmente libre ya que su blog es como su casita. El lugar al que invita a los demás a entrar y conocer sus ideas... pero, ¿Qué sucede cuando el bloggero se convierte en esclavo de su blog? ¿Eh?

A continuación, algunas claves para descubrir si, tú, pequeño bloggero alocado, eres una presa que ha caído en las garras de la blogósfera.

Consulte a su médico, psicólogo o psiquiatra amigo si...

1/ Usted ya no responde cuando lo llaman por su nombre real. Sólo concentra su atención en quien se dirige a usted empleando su nombre blogger. Caso agravado: Está averiguando para hacer los trámites que se requieren para cambiar su nombre en el DNI y así reemplazarlo por su apodo.

2/ Su única interacción social se produce mediante los comentarios que dejan los lectores de su blog. Caso agravado: Si nadie comenta, se envía un Anónimo a sí mismo para que los demás no crean que nadie lee lo que escribe y pone algo así como: “Gross@!!!! Este blog es lo más!!!! Te leo SIEMPRE!!!!!!”

3/ Por problemas técnicos (corte de luz, colapso del servicio de Internet) no puede entrar a su blog desde su computadora. De modo que, en un ataque de desesperación, intenta comunicarse unas cinco mil veces con la empresa de donde proviene el problema y, si no tiene suerte, va corriendo cual Forrest Gump al primer cyber cercano a postear (por supuesto, con lágrimas en los ojos y síndrome de abstinencia). Caso agravado: Mientras está en el cyber, envía mails a sus bloggeros amigos para organizar un piquete y/o escrache frente a las puertas de la empresa que lo está privando de su blog at home.

4/ Su estado de ánimo depende de las visitas que haya tenido el día anterior en su blog. Caso agravado: Si, un día, las visitas no son tantas, siente que nadie lo quiere, entonces se deprime, falta al trabajo y se queda en la cama llorando pensando en qué hizo mal.

5/ Vive alerta pensando en su próximo post. De hecho, está tan concentrado en ello que su mente no puede pensar en otra cosa. Si va a la panadería, le saca charla al panadero para ver si sale algo “jugoso” para su blog. Si toma un colectivo, busca con la mirada a algún personaje digno de posteo con tal concentración que no hay día que no se pase de su parada y tenga que caminar catorce cuadras hasta su destino. Caso agravado: Si no se le ocurre nada interesante para postear, entonces inventa un post... como éste, je.