Vomitando flores
Cuando tenía cinco años, se conoció violenta. Su compañerita from hell había logrado sacarla de sus casillas. Fue después del pic nic de primavera y le hizo mierda la lonchera.
En aquel momento supo que tenía carácter.
Todavía recuerda la imagen en el baño del jardín: Miradas de reojo, bacha por medio, las rivales se lavaban las lágrimas de la primaveral disputa.
En aquel momento supo que le dolía pelear.
Nunca más volvió a pegarle a nadie, ni hubo más loncheras hechas mierda. Pero sí hubo muchas lágrimas que corrieron por desagües y aún conserva ese carácter. Afortunada, ella.
Nota: Me encantó la palabra "lonchera".
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