jueves, 5 de abril de 2007

El poder de la autosugestión


Siempre que camino por el centro, me imagino que me voy a encontrar con alguien. Así, termino confundiéndome a los más perfectos extraños con gente a la que conozco. Ayer, por ejemplo, creí ver a una ex compañera de estudios con su novio (cosa muy poco probable ya que viven en el sur desde hace unos años), a la hermana de Sarah, a mi mamá con veinte años encima, a mi papá con treinta kilos más y anteojos de sol y hasta a mí misma... hasta que vi que la persona en cuestión llevaba puesta una extremadamente-colorida babucha rayada. Ahí me di cuenta de que no era yo... JAMÁS usaría algo así!

No hay comentarios.: