10 maneras de buscar pelea

Este post está inspirado en la idea de Sirena, en la cual, nosotras--las mujeres--le buscamos pelea a nuestra pareja. Los motivos pueden ser varios: estamos indispuestas, nos peleamos con un compañero de trabajo, estamos de mal humor porque subimos 200 gramos, etc. Sea cual fuere el motivo, somos lo suficientemente guachas como para agarrárnosla con el primer gil que tenemos enfrente (en este caso, nuestro sufrido novio/esposo/filito).

1. Él llega a tu casa más temprano de lo esperado.

¿Qué hacés acá a esta hora? ¿Me estás controlando vos? ¿Acaso pensás que tengo a un tipo escondido en el ropero? A ver, dale, fijate... fijate. Sos un desconfiado, eso es lo que sos. La verdad es que así yo no puedo vivir.

2. Él te regala bombones.

Sos jodido, eh. Sabés que estoy a dieta para el casamiento de Marita y vos venís y me traés bombones. Eso es de guacho. Yo jamás te haría una cosa así. Me estás boicoteando la dieta porque sabés que "ese" vestido me tiene que entrar, sí o sí. Ah... claro... ya entiendo: vos no querés que me lo ponga, porque tiene ese escote con el que, según vos, se me ve hasta el ombligo. Además de jodido, sos un celoso de mierda.

3. Él te prepara una cena sorpresa en su departamento.

No te hagas el boludo que ya sé por qué estás haciendo esto: porque no sos capaz de garpar un mango en una cena como la gente en un restaurant. ¿Vos te pensás que me vas a arreglar con un platito de fideos, querido? Claaaa'... vos preferís llamarlo "pastas", porque así suena más fino, pero no, chiquito. No son pastas--son fi-de-os.

4. Le decís que vas a dormir una siesta y él, para no molestarte, no te llama en toda la tarde.

Ja, cualquier excusa es buena para no llamarme, no? Decime, ¿qué te costaba agarrar el celular y mandarme un mensaje, al menos? Se nota que no te importo ni un poquito, eh.

5. Te dice que te quiere mucho.

¿Qué? ¿No me amás? ¿Quién soy yo acá? ¿Tu pareja o tu amiga? ¿Qué me estás queriendo decir con eso de que solamente me querés mucho? Hablá, cobarde... HABLÁ!!!!

6. Él te propone irse de viaje juntos el próximo fin de semana.

¿Me estás jodiendo, vos? Sabiendo todo lo que tengo que hacer me venís con una propuesta así. Como se nota que a vos no te importan mis ocupaciones.

7. Llamás a su celular (sólo una vez) y salta el contestador al toque. Él te dice que no tenía señal, pero vos, hincha pelotas, no le creés:

Ahhhh... pero, ¡Vos me tomás de idiota a mí! Decime la verdad: lo apagaste para que yo no te molestara, no? ¿Con quién estabas? ¿Con otra? ¿Soltera? ¿Joven? ¿Más linda que yo? Confesá, turro, confesá ya mismo o esto se termina acá.

8. Él te dice: "Bichi, ¿te hacés unos mates?"

Pero ¿Por quién me tomaste? ¿Por tu mucama? Lo que pasa acá es que tu vieja te malcrió demasiado y vos estás buscando a otra boluda que te haga todos los quehaceres domésticos. Pero, nooooo... conmigo te equivocaste, chiquito. Levantá el culo de la silla y hacete vos los mates. Y ¿Qué es eso de "bichi"? ¿Acaso parezco un insecto para que me llames así?

9. Él te elogia: "Qué bien te queda ese jean ajustadito..."

¿Que me ajusta el jean? ¿Me ves más gorda? Sí, sí... te veo en la cara que me ves como a una vaca. ¡Yo no puedo creer que me estés diciendo obesa! Vos tenés esa panza cervecera y yo no te digo nada porque, por supuesto, soy una persona considerada. Pero vos... qué descortés, por favorrrrr...

10. Él te llama a tu casa mientras vos no estás, entonces, deja un mensaje en tu contestador diciéndote: "Bebé, te llamaba para ver cómo estabas, nada más. Más tarde hablamos." Entonces, hecha una furia, le devolvés el llamado y le echás en cara que:

¡Te dije que iba a ir a tomar mate con Raquelita! ¿Ves? ¿Ves que tengo razón cuando te digo que nunca me escuchás cuando hablo? Y no, más tarde no hablamos nada. No me vengas a dar órdenes a mí, pendejo. Hablamos si yo quiero, no si vos lo decidís, ok?