El poder del CARAJO
Me exaspera mucho (por no decir, me rompe soberanamente las pelotas... si las tuviera, je) la gente que emplea sustitutos a la hora de insultar. Léase:
¡Pucha! ¡Se me rompió la taza!
Estaba al pepe, así que me fui al cine.
Se desubicó, así que lo mandé a freír churros.
¿Acaso estas palabras tibias y simplonas transmiten el verdadero power de: ¡Puta madre!, pedo, o mierda?
(Haría uso de ejemplos aún más vulgares, pero soy una dama, che! :P)
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